Guadalajara, Jalisco, 17 de septiembre 2023.- Para que un torneo como el GDL Open AKRON presentado por Santander sea un éxito total, no depende solo de las jugadoras o patrocinadores. Hay personas muy importantes que con sus labores bien definidas hacen que el certamen camine de la mejor forma y ellos son los voluntarios.
Un ejército de 350 personas es el que destaca por su labor. Son personas con ganas y mucho empeño, sin cobrar un solo peso, quienes dan vida al torneo WTA 1000 y son determinantes con su labor diaria en alguna de las 18 áreas.
“A mi cargo tengo 350 voluntarios en 18 distintas áreas que son puertas, ball kids, servicios en cancha, player service, prensa, transporte, boletos”, explicó María Elena Rojas, directora de voluntarios en el certamen que se realiza en México. “Tenemos gente en hoteles, transportes de aeropuertos, llegadas de jugadoras, pero la mayoría se concentra aquí en el complejo”.
La única recompensa que tienen por sus labores es el uniforme, sus alimentos dependiendo si cubren uno o dos turnos y algunos boletos de cortesía, a cambio de su entrega diaria durante toda la realización del torneo y cumplir mínimo con 54 horas de servicio en la semana, seis por día.
Para ser voluntario como ball kid y ayudar en las necesidades de las jugadoras dentro de la cancha, hay una edad límite entre 16 y 22 años; para el resto de las actividades es a partir de los 18 años y sin límite, incluso con la posibilidad de que adultos mayores sean parte del torneo. Y pueden ser de cualquier parte del país, pero ellos deben pagar su traslado y hospedaje en Zapopan.
“Tendrá unos 68 años (el voluntario de mayor edad) y esa persona nos ha ayudado en el área de puertas, en el área de ingreso a las gradas”, dijo María Elena. “La persona que viene de más lejos es de Quintana Roo, también hay de Mérida, vienen de Cuernavaca, de Aguascalientes, de la Ciudad de México, Puebla, Monterrey, Veracruz”.
Para el GDL Open AKRON se recibieron solicitudes de unos 1,500 aspirantes, pero solo 350 tienen la oportunidad de colaborar con el éxito del torneo, algo que no sería posible sin ellos.
