Guadalajara, Jalisco, 20 de septiembre de 2023.- Las campeonas de dobles del Abierto de Estados Unidos, Gabriela Dabrowski y Erin Routliffe, entraron a la cancha no en busca de un triunfo, sino de compartir tiempo con tenistas como ellas, con la diferencia de que sus rivales se desplazan sobre silla de ruedas.
Dabrowski y Routliffe disputaron algunos puntos con Claudia Taboada y Rosalba Vázquez, deportistas sobre silla de ruedas, parte del programa Inversión social AKRON, que les brinda apoyo para realizar sus giras o compra de equipo y que están en el Guadalajara Open AKRON, presentado por Santander, como invitadas especiales.
Aunque ellas no fueron las únicas “deportistas diferentes” con las que convivieron. A la cita también acudieron Alicia Cervantes, Adriana Iturbide, Litzy Serna y Kimberly Guzmán, jugadoras del equipo de Chivas Femenil.
Litzy e Iturbide tomaron la raqueta para armar el dobles; pero quedó claro que lo suyo es patear el balón, aunque no negaron su gusto por el tenis. Iturbide incluso dijo que de pequeña practicó ese deporte, pero se inclinó por el balompié. Y ya de paso reveló que en este certamen le gustaría ver como campeona a Ons Jabeur o Maria Sakkari.
Rosalba Vázquez dijo que la experiencia de pelotear con atletas convencionales fue algo especial, “empecé nerviosa, pero fue algo agradable haber participado con ellas. Un tenista parado siempre va a tener golpes más fuertes, a moverse más rápido, pero es cosa de encontrarle el modo”, dijo.
Claudia dijo que no se lo esperaba y cuando se enteró de que tendría este encuentro, más que ponerse nerviosa se emocionó “porque estás hablando de un nivel muy alto, son campeonas del US Open. Para mí fue algo maravilloso que no olvidaré y me motiva a seguir adelante con mi tenis para ser cada vez mejor”.
También asistieron a la convivencia Javier Silva, quien practica el blind tennis (para personas invidentes o débiles visuales) y la tenista mexicana María Fernanda Navarro.
Después de llevarse los puntos con las raquetas, Dabrowski y Routlliffe fueron puestas a pruebas con el balón de futbol. Fue entonces cuando la goleadora de las Chivas, Licha Cervantes, entró la cancha y en dupla con Iturbide jugó al tenis balón, para mostrar que en el dominio del esférico con los pies ellas son las mejores.
Las futbolistas y Navarro también se dieron la oportunidad de sentarse en una silla de ruedas para jugar algunos puntos, para al final reconocer que desplazarse de este modo es algo muy complicado.
Al final, no hubo diferencias, todos ellos estuvieron unidos por su amor al deporte, sin importar condiciones.
Dabrowski y Routliffe, quienes integran la pareja número tres en la siembra del torneo de dobles del WTA 1000 tapatío, se retiraron después de unos minutos de diversión y ambas comentaron que fue una bonita experiencia.