Guadalajara, Jalisco, 18 de septiembre de 2023.- En el ambiente tenístico el sueño de cualquiera es estar en un torneo del Grand Slam. No sólo jugadores aspiran a ello, también quienes trabajan en las diferentes áreas que hacen posible todo certamen.
Es el caso de Alfredo Olivares, parte del equipo de encordadores del Guadalajara Open AKRON, presentado por Santander, quien hizo posible su sueño de estar en el Abierto de Australia, todo gracias a una foto que tiene con Rafael Nadal.
Alfredo tiene 13 años como encordador profesional, pero recuerda que su primera experiencia en este trabajo no fue del todo grata. “Hace algunos años empecé a trabajar en una marca que era distribuidora de raquetas de tenis, la persona con la que trabajaba tomó la marca Head y comenzó a distribuir en la Ciudad de México, él me invitó a trabajar en el Abierto Mexicano de Tenis [2007] y esa fue mi primera experiencia en un torneo profesional. En esa ocasión no iba tan preparado, quería salir corriendo, pensaba que era encordar una sola vez mucho y después iba a ser más tranquilo el trabajo. Al siguiente año me invitaron y dije que no”, recuerda Alfredo.
Una década después, ya como dueño de una tienda deportiva, una clienta le preguntó por el Abierto Mexicano de Tenis y él, además de brindarle información, se aventuró a decirle que al año siguiente iría como parte del equipo de encordadores. La oportunidad se concretó dos años después, y en el equipo que conformó estaba Luis Pianelli, famoso en el mundo de quienes se dedican a preparar las raquetas para los mejores tenistas. “Él había ido a Grand Slams y nos enseñó esa pasión por el encordado”.
Con más experiencia, tuvo la invitación para asistir al Abierto de Australia 2022, gracias a una fotografía al lado de Rafael Nadal que exhibe en su tienda, la cual pudo tomarse en el Abierto Mexicano de Tenis. “Llegó un representante de la marca Yonex a visitarme para sondear el mercado en México y preguntó por la foto, le conté la historia y me invitó. Fue una gran experiencia, volé de México a Santiago, fueron ocho horas, ahí nos esperaba un charter para llevar a coaches, entrenadores, directo a Sidney. Pero el regreso fue de tres días, no tenía visa, en ese entonces tardaba mucho; viajé de Melbourne a Qatar [15 horas], de ahí a Brasil [15 horas] y a México [8 horas]… fue pesado”.
Mas la experiencia valió la pena. Algo de lo que aprendió en Australia ha tratado de implementarlo con su equipo, que para el WTA 1000 de Guadalajara está integrado por cinco personas, además de él: Mauricio Ángeles, Álvaro Tello, Alfredo Hernández, Edgar Ramírez y Kevin Olivares. “Agradezco la confianza de Gustavo Santoscoy [director del torneo], porque nos llamó de nueva cuenta para estar en este evento”.
Alfredo y su equipo se empeñan en dejar cada raqueta perfecta, sin importar a quien pertenezca.
Explica que los primeros días de los torneos son los más complicados, pero conforme avanza el certamen la carga de trabajo se reduce. La cantidad de raquetas que encuerdan depende del torneo. El año pasado en el Guadalajara Open AKRON, presentado por Santander, fueron 800, pero todo está en función de la cantidad y calidad de las jugadoras. “Hay quienes meten de a seis raquetas diario, otras de a cuatro, esa es la diferencia, en lugares con gran altitud mueven la tensión para sentir la pelota”.
Aprender a hacer este trabajo a un buen nivel lleva unos seis meses, pero además de los conocimientos técnicos se requiere pasión, porque hay quienes se aburren pronto, dice Alfredo.
Esa pasión es la que lo mantiene pendiente de otra invitación para ir al Abierto de Australia, misma que debería llegar a finales de este mes. Ahora sólo debe esperar para sentirse otra vez “como en película gringa”.