Guadalajara Open

Los ball boys, héroes anónimos del Guadalajara Open AKRON presentado por Santander

Guadalajara,  Jalisco, 19 de septiembre de 2023.- Son parte fundamental en el buen desarrollo de un partido de tenis en todos los torneos del mundo.  Son de enorme ayuda para jugadores,  jueces y para los aficionados; sin ellos es difícil concebir un buen espectáculo.  Son llamados cariñosamente como  peloteros, atajadores, niños recoge-pelotas, aunque el nombre oficial de su especialidad es ball boys.

Para el Guadalajara Open AKRON presentado por Santander, participan un total de 70 ball boys, los cuales fueron seleccionados de un grupo de 90 de diferentes clubes, que se registraron tras la convocatoria realizada hace tres meses. Los requisitos, ser jugadores de tenis y tener entre 16 y 20 años.

De acuerdo con Héctor Martínez, coordinador general responsable de ball boys  para este certamen, los jóvenes fueron recomendados e invitados por los diferentes entrenadores, como un “premio” a su esfuerzo por ser los mejores en su academia.

Los afortunados 70 tras el recorte,  fueron elegidos  en base a sus habilidades y buen  desempeño dentro de las canchas, y recibieron una capacitación durante cuatro fines de semana. Son jóvenes la mayoría de Guadalajara, pero hay dos de Aguascalientes, dos de Cuernavaca, uno de Mérida, uno de Los Cabos y uno de la Ciudad de México.

Su trabajo a pesar de que  en ocasiones llegan a tener jornadas de 12 horas, es voluntario, es decir, no reciben un sueldo y no se les paga hospedaje, únicamente la alimentación y el uniforme, y desde luego la fortuna de poder estar a un lado de las mejores tenistas del mundo. 

Para cada partido en cada una de las cinco canchas habilitadas, existen dos equipos de siete atajadores, de los cuales solo seis tienen participación,  y uno queda como reserva para cualquier eventualidad, como alguna lesión o inconveniente que pueda presentarse, o bien para alterarse con los peloteros de la red, que son los que tienen la actividad más cansada pues se mueven de un lado a otro.  Cada equipo trabaja durante media hora y viene el cambio para tener media hora de descanso.

Conforme avanza el torneo, los partidos van disminuyendo, por lo que los jóvenes están siendo observados en cada turno por un coordinador auxiliar, que los evalúa con calificación de 1 si estuvo mal, a 5 si es muy bien, para sumar puntos  y ser considerados para los partidos de la rondas finales del certamen.

Héctor Martínez, quien es entrenador de tenis en el Club Atlas Colomos, señala que para los ball boys el torneo también es una competencia.   “Desde que iniciamos el entrenamiento, ellos saben que esta es una carrera para ganarse un lugar en las finales. El miércoles el torneo se hace chiquito, se reduce a solo  tres canchas, entonces de acuerdo a sus calificaciones, tengo que dar de baja a 20 niños para quedarme con 50, o quitar a 30 para trabajar con 40”.

Con muchos de experiencia como encargado de los jueces de línea de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2010, y posteriormente como coordinador de atajadores en torneos como Acapulco, Los Cabos y Guadalajara, Héctor Martínez, realiza una gran labor con este grupo de jóvenes, a los que les pidieron conservar lineamientos de comportamiento. 

“Son niños y jóvenes que al final les emociona estar al lado de las jugadoras que normalmente ven por televisión, para ellos es increíble tener esa oportunidad, pero la disciplina es básica.  Cuenta en llegar puntual a los entrenamientos, ya en el torneo es su comportamiento dentro y fuera de la cancha; afuera les pedimos que cuando estemos mezclados con el público, no perder el orden porque somos

fácilmente identificables por el uniforme, y si ven una jugadora, y  quieren tomarse una foto, tenemos esa restricción, entre otras cosas”.

Ellos son los ball boys,  que realizan un arduo trabajo por amor al arte; su recompensa solo es poder estar al lado de sus ídolos. 

 

 

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