Un torneo de esta naturaleza es el marco perfecto para mostrar la grandeza de un país, es por eso que hemos optado por resaltar la calidez y hospitalidad de nuestra cultura, desde una óptica moderna, inspirada en el México contemporáneo. Sin duda, el gran reto fue mostrar la belleza y majestuosidad de nuestro estado, como parte del ADN de nuestra imagen, lo cual nos permitió hacer un amplio recorrido por la arquitectura, pintura, escultura, botánica, fauna, gastronomía -entre otros- y descubrir los elementos claves para conseguirlo.

Durante el proceso creativo nos encontramos con algunas sorpresas, las más relevantes siendo los elementos decorativos que se encuentra en el piso del Patio Mayor del Instituto Cultural Cabañas, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Descubrimos que al yuxtaponer este elemento con una cancha de tenis coincidían de forma casi perfecta. También identificamos un gran rombo al centro de este patio, el cual representa el Ojo de Dios de la cultura Wixárika y cuya figura pasó a ser nuestro emblema del del torneo.