
La otra Camila Osorio
Guadalajara, Jalisco, 12 de septiembre de 2025.- Es amorosa, berraquera y humilde, dice su papá. Guerrera y valiente, complementa su mamá.
Son Juan Carlos Osorio y Adriana Serrano, los papás de Camila, la tenista colombiana que la afición mexicana ha adoptado como una de sus favoritas. Es una chica alegre y sonriente que a los 11 años sorprendió a su familia por su decisión de querer dedicarse al tenis.
Su padre jugó futbol a nivel profesional y su mamá fue basquetbolista, pero no imaginaron que su hija jugaría este deporte a nivel profesional.
Entrando a la cancha es una tenista enérgica y entregada, pero fuera de ella vuelve a ser la Camila que don Juan Carlos y su esposa ven simplemente como su hija, esa niña que es fanática de las pijamadas cuando está en casa, compartiendo con toda su familia.
“Ella es muy casera, muy familiar, le gusta que nos reunamos en la casa a hacer pijamadas. Cuando está en la casa todo son sus perritos, su Bruno. Le gusta mucho estar en su habitación y leer, es muy tranquila Si tenemos la posibilidad vamos a la iglesia”, comparte su mamá.
La habitación de Camila está llena de peluches, es algo de lo que más le gusta. También tiene muchos Legos y dedica mucho tiempo a armar diversas piezas. Un muñeco que le gusta en especial es de la serie japonesa One Piece, Luffy. “Le gustan las películas infantiles, es una niña todavía”, dice con cierta ternura doña Adriana.
Para poder acompañar a su hija al Guadalajara Open AKRON, presentado por Santander, los señores Osorio tuvieron que cambiar sus planes de último momento. Fue una petición que les hizo Camila y ellos aceptaron, sin dudarlo.
“La habíamos acompañado a la gira de Europa, estuvimos de abril a julio con ella y entonces ya estábamos en casa y Camila nos dijo que quería que la acompañáramos a Guadalajara y por eso estamos acá. Teníamos planes de viajar a Barranquilla al partido de futbol de la selección [9 de septiembre, contra Venezuela] y cambiamos planes”, dice el señor Juan Carlos.
Revela que Camila es muy hincha de la selección Colombia y la única vez que pudo acompañar a su equipo fue cuando le ganó a Brasil, en el estadio Metropolitano, en Barranquilla, en 2023. “Le dije que era una suerte para ella, fue maravilloso porque el ambiente, el calor de vivir esa experiencia en el estadio Metropolitano fue algo excepcional, Se emocionó muchísimo de ver la cantidad de gente y el apoyo de las personas al equipo y que aparte ganó, para ella fue maravilloso”.
Pero en la vida no todo son alegrías y Camila lo experimentó el jueves, al quedar eliminada. ¿Cómo la apoyan sus padres en esos momentos?
“Yo le digo que todo en la vida son procesos, que se pierden batallas, pero no la guerra… que cada derrota le enseña a uno a ser más fuerte. No puede quedarse pensando en eso, sino mirar al futuro y al otro día tiene que pararse con mayor disposición”, comenta el señor Osorio, y comparte una anécdota de cuando Camila era una niña.
“Tenía como 8, 9 años y cuando veníamos en el carro me dijo que había perdido por una pelota que botó, entonces le dije ¿ah, sí?, tomé un termo, paré el auto y le dije, bota el agua. Ella lo hizo y luego le dije, ahora recógela; me dijo que estaba loco, que no se podía. Le dije, lo mismo pasó en el partido, dijiste que botaste la pelota y te quedaste pensando en eso, si ya la botaste no puedes hacer nada ¿por qué te quedas pensando en eso? La que importa es la que viene”.
Los señores Juan Carlos y Adriana valoran el cariño que México le tiene a su hija. Es la esencia de Camila la que ha conquistado. “Su papá siempre le dice, tú puedes dejar de ser tenista, pero persona y hermosa, jamás. Tienes que ser auténtica, y a veces en el circuito es complicado, porque no todas las jugadoras son así de espontáneas. Pero le decimos, no puedes cambiar tu esencia, tú eres alegre, cariñosa con las personas”, relata su madre.
“Uno le entrega una hija al tenis, que el tenis le devuelva una buena persona es lo más importante, cuando alguien me dice ‘su hija es un amor’, me siento más feliz de que me diga que es una tenista”, añade su padre.
Camila espera ahora por una nueva oportunidad de competir, sabiendo que pase lo que pase, su familia estará para ella…