
Raqueta, la fiel compañera hasta el fin de “su vida”
Guadalajara, Jalisco, 10 de septiembre de 2025.- No es extraño ver a algún tenista hacer alguna rabieta y descargar su ira azotando la raqueta contra el suelo, o incluso contra su propio cuerpo hasta destrozarla. Deportistas temperamentales a quienes no les importa romper su herramienta “de trabajo”.
Pero una raqueta puede durar muchos años, si se le da el cuidado adecuado, por lo que cambiarla constantemente obedece más a una cuestión de “novedad” que de “necesidad”, ya sea por desgaste o falta de funcionalidad. El tema del marketing influye en el cambio de raqueta. Al final de cuentas, es como cualquier otro producto que se va modernizando, ya sean los tenis o la ropa deportiva. La gente anhela el nuevo producto.
Alfredo Olivares, encordador en el GDL Open AKRON, presentado por Santander, y experto en las raquetas, es claro al decir, “con el cuidado que se debe, la raqueta puede durar hasta que se rompa. En ocasiones hay personas que las reparan, las vuelven a unir con fibra de vidrio y se pueden reusar. Yo diría que el tema de cuándo hay que cambiar una raqueta [para algunos] es cuando sale la nueva. Ya la gente quiere el nuevo modelo y es cuando la cambian. Pero la vida útil de una raqueta puede ser larga, mientras no esté rota ni fracturada”.
La fibra de vidrio, material del que está hecha la mayoría de las raquetas hoy en día es en general muy durable, y aunque las raquetas tienen arreglo cuando tienen una pequeña fisura, en ocasiones no vuelven a funcionar de la misma manera, y entonces sí, es recomendable cambiarla. “La opción que mencionamos de arreglarla, soldarla le llaman, o parcharla. Esa raqueta se puede volver a usar, pero ya perdió el balance. Ya se puede cargar hacia un solo lado, entonces ya hay que cambiarla, ya no es la misma”.
Reemplazar una raqueta puede resultar costoso para un jugador amateur. El precio actual de una raqueta va de 5 mil a 6 mil pesos, de la línea de mayor costo. Las de línea media, de peso un poco más ligero, están entre 3 mil o 2,500 pesos en promedio.
Si bien para un tenista cambiar constantemente de raqueta es casi cotidiano, para un amateur implica un alto costo, por lo que antes de azotarla en el próximo partido perdido, será necesario pensar en la afectación que causará a su bolsillo imitar a Andrey Rublev o a Daniil Medvedev.