Guadalajara, Jalisco 10 de septiembre de 2024.- “Tienes condiciones para ser coach, pero debes estar preparado para dos divorcios, por lo menos, y mucha soledad”.
Jorge Todero recuerda a la perfección las palabras que le dijo Ion Tiriac, uno de sus mentores, cuando empezaba su camino como entrenador, hace unos 45 años.
El entrenador argentino confirmó poco después que Tiriac no mentía, y hoy puede decir que tiene una vida dura, aunque también privilegiada.
“Cuando yo empecé a ser coach, de esto hace 45 años, tuve dos mentores: Ion Tiriac, quien entrenaba a Guillermo Vilas, y Pato [Patricio] Rodríguez, de Chile, que entrenaba a José Luis Clerc, empezamos juntos cuando Clerc tenía 17 años, nosotros y otro jugador más”.
Después de varios años y cuando Todero fungía como capitán de Argentina en una Nations Cup en una cena Tiriac le hizo el comentario que lo cambió todo. “Tú tienes condiciones para ser un buen coach, pero tienes que estar preparado para por lo menos dos divorcios y mucha soledad”.
El hoy entrenador de Caroline Dolehide, presente en el GDL Open AKRON presentado por Santander, confirma, “las dos cosas se cumplieron, es una gran verdad. Por lo general uno se fija en el jugador, que no se puede quejar, porque tiene una vida privilegiada, porque hace lo que le gusta y gana muchísimo dinero con lo que le gusta. Lógicamente hablamos de los mejores del mundo, de los del top 50, pero el resto tiene que pelearla mucho y en ese caso es duro y difícil para el coach. Para él es diferente, porque no se hace millonario, en general la jugadora sí se hace millonaria… yo hice varios millonarios, tuve dos top ten que empezaron con 14, 15 años y son millonarios”. Se refiere a los argentinos Alberto Mancini (octavo del mundo en 1989) y Martín Jaite (décimo en 1990).
Y aunque reconoce que la vida del entrenador es dura, de mucha soledad, “al mismo tiempo, lo mismo que el jugador, hago esto porque es mi pasión y me
encanta, y también es una vida privilegiada cuando tienes un jugador bueno”, aclara. “Porque cuando hay que pelearla es duro, duro, pero a mi edad creo que lo hago porque siento una pasión enorme, no por necesidad”, reconoce el entrenador que ha trabajado con Eugenie Bouchard, Cristina McHale y Varvara Lepchenko, entre otras.
Todero considera que para ser coach se debe tener conocimiento, mucha paciencia y la capacidad no sólo de enseñar, sino de motivar. “Creo que la segunda parte es muy importante, parte de lo que para mí es importante cuando un jugador viene porque tiene interés en que yo lo entrene para mí primero está la persona, creo que lo primero es inculcarle que sea feliz y si es feliz como persona lo será como jugador de tenis, porque puede desarrollar mucho mejor lo que sabe hacer”, explica.
Y vive las alegrías y derrotas consciente de que son efímeras. “Creo que las alegrías duran poquito, los triunfos son pocos, a excepción del número uno del mundo, claro y en definitiva creo que al ganar un partido estás súper feliz, pero al otro día pierdes y se acabó la felicidad. Entonces yo uso el triunfo y la derrota para enseñar, para mejorar, las dos cosas son importantes. Prefiero mejorar ganando que perdiendo, pero uso las dos”.
Así transcurre su vida en el tour de la WTA, con contrastes y la filosofía de que ante todo, el ser humano debe ser feliz.